La Estrategia Económica de Mediano Plazo (EEMP), diseñada para el período 1997-2001, se presentó al Pueblo de Guinea Ecuatorial y a la Comunidad Internacional durante la Primera Conferencia Económica Nacional celebrada en el año 1997, tras haber inaugurado su primera producción significativa de petróleo en 1996. Este hecho trascendental suponía para el Estado de Guinea Ecuatorial una innegable oportunidad que traía consigo las posibilidades de superar el legado de problemas que asolaban al país en cuanto a la educación, salud, infraestructuras básicas, formación de cuadros, y elevada deuda pública interna, etc.
El Gobierno se enfrentaba con el desafío de subsanar estas adversidades del pasado tan rápidamente como sea posible, y evitar el derroche de los recursos provenientes del petróleo y el recalentamiento de la economía.
La EEMP fue un reto para el conjunto de todas las fuerzas del país para hacer realidad las aspiraciones del pueblo para conseguir un desarrollo integral y sostenido. Esta Estrategia es el elemento clave en el proceso del desarrollo para la nueva era; incluye el lineamiento de un marco macroeconómico estable y de un marco microeconómico productivo y competitivo.
La EEMP estaba orientada a la consecución de la autosuficiencia alimentaria y el auto abastecimiento de los productos más necesarios para el bienestar del pueblo, y así, limitar el drenaje de nuestros recursos financieros hacia el exterior.
El propósito central de la EEMP era el de bosquejar los pasos que se requieren para que la economía logre un crecimiento rápido y sostenido con una base amplia, con disminución de la pobreza y la reconstrucción de la infraestructura social. La estabilidad macroeconómica es una condición necesaria para lograr un incremento sostenido en el PIB real. Se marcaron cinco pasos claves en la Estrategia: (a) adoptar medidas tendentes a lograr un alto crecimiento con equidad y sostenibilidad; (b) hacer de la disminución de la pobreza el foco central de la EEMP; (c) diversificar la economía y la base exportadora para crear fuentes de crecimiento más amplias y para reducir la vulnerabilidad de la economía a shocks; (d) asignar al sector privado la responsabilidad de ser el motor de crecimiento y de crear el ambiente requerido; y (e) redefinir el rol del Estado como un facilitador en vez de un competidor con el sector privado.
Estos pasos claves deberán ser apoyados por medidas para incrementar la eficiencia del Gobierno y su transparencia, la reducción de la carga de la deuda externa total, la generación de superávit en el saldo global de la balanza de pagos para crear un nivel viable y sostenible de reservas internacionales, y la movilización de los superávits fiscales para generar un fondo en apoyo del desarrollo de largo plazo.
A gran escala, el Gobierno de Guinea Ecuatorial concibió la EEMP para conseguir los siguientes propósitos:
- La creación de un marco macroeconómico estable;
- La generación de un contexto microeconómico productivo; y
- La reducción de la pobreza.
La EEMP se basaba en los principios y conceptos del desarrollo humano sostenible. Por un lado, apoya en la mejora continua de los conocimientos, habilidades, experiencias, cultura, inventiva y participación de la gente; ya que le considera a ésta como el recurso más valioso de una sociedad; por otro lado, se fundamenta en la interacción entre la gente a través de las instituciones, normas, tradiciones, valores, es decir mediante el establecimiento de una sociedad civil fuerte, hábil y organizada y un marco institucional eficiente y transparente.
Al formular la EEMP, se proponía conseguir las siguientes metas macroeconómicas:
- Lograr un ritmo de crecimiento medio de 3% en términos reales;
- Mantener la inflación a nivel de un dígito;
- Reducir el déficit externo a niveles coherentes, por lo menos con tres meses de reservas internacionales netas, entre un 3% y un 5% del PIB anual.
- Mantener un nivel anual de déficit fiscal entre un 3% y un 5% del PIB.